QUERÍAN COLGARLOS DE LOS ÁRBOLES Y LUEGO TIROTEARLOS.
Siete mártires del siglo XX en España nacieron un 10 de enero: dos capuchinos, uno compostelano y otro salmantino; una hermanita de la Caridad madrileña (pero que trabajaba en Albacete) y un salesiano burgalés, asesinados todos en Madrid; un hospitalario catalán asesinado en Valencia; un marista burgalés mártir en Barcelona; y una monja de la Visitación guipuzcoana asesinada en Vallecas.
Los milicianos de Madrid querían colgar a los religiosos de los pinos para rematarlos a tiros, pero lo impidieron los de El Pardo. Llevados primero al Orfanato, fueron encerrados luego en los calabozos del Regimiento, y ya anochecido del día 23 de julio, llevados en tres coches a la Dirección General de Seguridad de Madrid y hacinados en los sótanos con otros 600 hombres.
Su cadáver fue encontrad.o en una calle de Madrid con el rostro horriblemente desfigurado
Puestos en libertad, posteriormente tres serían asesinados en 1936 y otros tres en 1937. El primero fue el padre Alejandro, refugiado en casa de una familia piadosa, donde empleó el tiempo en oración casi continua. A causa de una denuncia fue detenido el 15 de agosto de 1936 y, a la mañana siguiente, su cadáver fue encontrado en una calle de Madrid con el rostro horriblemente desfigurado.
Concepción Pérez Giral, madrileña de 49 años, era una de las tres Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl expulsadas el 25 de julio de la Casa de Misericordia de Albacete que se refugiaron en Madrid, en la portería de la Plaza de Olavide, 5, donde vivía el sobrino de una de ellas, sor Dolores Caro Martín, de 42 años.La tercera monja era sor Andrea Calle González, de 32 años, que hasta 1930 había sido modista, y que sirvió, antes que en Albacete, en los hospitales psiquiátricos de Almería y Zaldívar (Vizcaya).
EN VALLECAS APROVECHANDO EL PUENTE.
Según relata María Ángeles Infante Barrera, con el fin de descargar a la familia que les había acogido, sor Concepción pensó que podrían recibidas en casa de unos conocidos o parientes de su padre en Vallecas. Sor Dolores quiso dejarla en ese refugio y a fin de que no regresara sola la superiora, se ofreció para acompañarlas Sor Andrea.
Sor Concepción no fue admitida por sus parientes, porque su condición de monja suponía un riesgo para ellos. En el entorno fueron reconocidas como monjas, abucheadas y vejadas, apresadas y por fin fusiladas por la espalda. Sor Concepción sufrió duras pruebas e interrogatorios en las horas de prisión, rechazó la oferta que se le hacía de renegar de su fe para salvar la vida y murió gritando “¡viva Cristo Rey!”. Las tres fueron beatificadas en Tarragona en 2013.+
El postulante salesiano de la comunidad de Carabanchel Alto Higinio de Mata Díez, de 27 años y natural de Ubierna (Burgos) fue ejecutado en Madrid el 1 de octubre de 1936 junto con su primo Juan, de 33 años y trabajador de los salesianos de la Ronda de Atocha (ambos fueron beatificado en 2007). Con otros salesianos de Carabanchel Alto estuvieron en la pensión Loyola, de la calle Montera, 10. Luego marcharon a la pensión Nofuentes, en la calle Puebla, 17.
JUAN PÉREZ RODRIGUÉZ
Preguntando por una religiosa, se presentaron allí unos milicianos el 1 de octubre. Insatisfechos con la respuesta negativa dada por la dueña de la pensión, interrogaron a los presentes por la “pinta de frailes que tenían”. De nada sirvió que tanto Higinio como su primo Juan dijeran que no lo eran. Detenidos con el subdiácono salesiano Juan Pérez Rodríguez -fue novicio en Carabanchel de 1926 a 1933, cuando marchó a estudiar Teología en Turín, y en julio acababa de regresar tras finalizar el tercer curso-, salieron a la calle, fueron introducidos en un coche y nunca más se supo de ellos.
Avelino Martínez de Arenzana Candela, de 37 años y natural de Barcelona, llevaba solo dos años como religioso y fue uno de los hospitalarios asesinados en la playa de la Malvarrosa (Valencia) el 4 de octubre de 1936, como he relatado aparte; y beatificados en Tarragona en 2013. Su caso hace patente que para ser beatificado como mártir no hacen falta alardes de entusiasmo en la confesión de la fe: de carácter apocado, no se mezcló en nada durante la dominación comunista, siendo esclavo de su trabajo. Siguió a los demás, sin abrir la boca.
En Covarrubias, declarada Conjunto Histórico-Atístico Nacional en el año 1965 y Conjunto Histórico en el año 2001,nació Juan Vivencio Nuñez Casado y conocedor de su pueblo sabe que recoge en sus casas, en sus calles y monumentos, y en su entorno natural, esencias celtíberas, romanas, visigodas, medievales y barrocas, que lo convierten en uno de los lugares más interesantes y emblemáticos de la provincia de Burgos. La villa rachela fue galardonada en 1978 con un premio de Turismo y Embellecimiento, en 1979 con el premio Europa Nostra por la conservación de su patrimonio histórico y en 2015 con la Antena de Oro – Cultura por la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España. En 2017, la villa rachela entra a formar parte de la asociación de los Pueblos más Bonitos de España.Juan vivió allí allí vivió su niñez y allí donde sintió la vocación ingresando en la comunidad de los maristas, 28 años tenía y fue uno de los maristas asesinados el 8 de octubre de 1936 en el cementerio de Montcada i Reixac (Barcelona) y beatificado en 2007, cuyo rescate se gastó Tarradellas en armas.
El 8 de octubre de 1936 fueron martirizados, en el cementerio de Montcada i Reixac (Collserola), 46 maristas con su provincial (el hermano Laurentino, Mariano Alonso Fuente) a la cabeza. Habían pagado un rescate a las autoridades catalanas para ser evacuados a Francia, pero la CNT-FAI los capturó y asesinó. Luego el honorable Tarradellas se gastó en armas el dinero del rescate. Después de la del obispo Borrás y sus 146 compañeros, la causa más numerosa de quienes fueron beatificados el 13 de octubre es la de Casimiro González García (hermano Crisanto) y sus 67 compañeros maristas. En la beatificación de 2007 había también un grupo de esa congregación, en concreto los maristas de Barcelona que fueron engañados, prometiéndoseles una evacuación a Francia. Los mataron el 8 de octubre de 1936. El rescate que pagaron los maristas franceses se lo gastó Tarradellas en armas compradas en Suiza, para lo cual no dudó en extorsionar a los ciudadanos de esa confederación residentes en Cataluña.( Cf. Pueblos con encanto)